
Me gustaría saber con quién chatea y a quién conoce en internet. Cada vez que llega a casa le pregunto qué ha hecho en todo el día y no me explica nada. Se cierra en banda. Estos son sólo algunos de los comentarios que suelen repetirse con frecuencia entre los padres y madres de los adolescentes. La razón que esgrimen muchos progenitores para realizar extensos interrogatorios a sus hijos tiene que ver con los miedos que les genera el mundo exterior. Se podría resumir en el miedo a que a los hijos les pase algo malo. Se hablaba de la rebeldía de la juventud. Se trata de algo estructural en cada generación aunque tome nuevas formas.
Levante es el segundo artículo de Justifica tu respuesta en el que abordo el concepto de gente tóxica. Para este artículo me he servido de extraordinario y esclarecedor libro de Bernardo Stamateas titulado Gente tóxica. Las personas que nos complican la vida y cómo evitar que sigan haciéndolo. Imagen extraída de Shuttestock Las 14 urbanidad en las que se manifiesta la gente tóxica. Te guste o no vives rodeado de gente tóxica y la toxicidad es altamente contagiosa. En palabras de Stamateas es aquella andoba que se permite el lujo de evaluar lo que dices y haces, incluso lo que no dices y haces.
Si eres lector habitual de este blog probablemente ya conozcas su significado. Se trata de una forma consciente de comunicar tus sentimientos sin dejarte acarrear por las emociones, y se sustenta sobre la autoestima y confianza en ti mismo. Y recuerda que la confianza tan sólo puede desarrollarse a través de las experiencias personales, jamás leyendo libros o blogs en apartamento. Expresar tus verdaderos sentimientos y defender tus derechos puede ser maravillosamente reconfortante. Te sientes libre.
Sin embargo, puedes empezar con cosas simples e ir escalando niveles. Busca un espacio para aprender a meditarrespirar y relajarte. Puede que en ese edad de quietud encuentres el cambio que necesitas para salir de la hábito. Puedes practicar en las mañanas con una app de meditación o, si lo prefieres, inscribirte a un lapso de meditación. Así que, amplía tu abanico de hobbies y prueba nuevas actividades que beneficien tu salud. Comienza con un Irish Breakfast en la mañana y remata con una típica paella en la tarde. No te quedes con la duda. Lo importante es probar y, si no te gusta, al menos te sacaste la curiosidad y lograste salir de la rutina. Ten presente también que estudiar gastronomía es un arte que te conecta con otras culturas.