
Una amiga le presentó la aplicación. El fenómeno comenzó con la creación, en elde una aplicación llamada Grindr —exclusiva para hombres homosexuales—, cuya masificación se dio en elcuando alcanzó los cuatro millones de usuarios en países. Cuando el usuario ve a alguien que le gusta, puede oprimir un corazón de color verde. Cada quien decide qué busca, aunque usualmente se reduce a dos cosas: relaciones sentimentales o encuentros sexuales. María Beatriz usó Tinder para buscar las dos, pero la eliminó hace unos meses. También tuvo una experiencia curiosa que aumentó su desencanto de la aplicación. Una vez salió a tomar unas cervezas con un español, quien le dijo que estaba nervioso, pues era la primera cita que conseguía a través de este medio.
Agujero que se viene. Todos en la mesa son hombres. Alguno de ellos tiene novia, otros han tenido y Jaime siempre ha sido un picaflores, un ligón irresistible para muchas mujeres. Ojo cuidado. Enciende el ordenador y en el buscador pone: gay sex. I told you. Jaime es heterocurioso. Pues bueno, analicemos.
Publicado el julio 4, por manuelaguilerapovedano Queridos compañeros heterosexuales que esperamos las celebraciones del Orgullo como agua de mayo. Somos legión. Estamos en la época del mestizaje y el Gay Pride ya no es de los gais, es de los heterocuriosos. A veces, puede ser un homosexual o hermafrodita que no acaba de salir del armario.