
Redes sociales Las redes sociales son un tema tan de moda que no pueden faltar en una conversación con la persona que te gusta. Casi todos tenemos cientos de anécdotas que contar ya sea con los amigos o historias divertidas que nos pasaron en el lugar donde crecimos o en el colegio. Cuéntame alguna historia divertida. No es necesario que sea nada especial o memorable, tan solo que sea divertido o sorprendente. Idiomas Los idiomas son una excelente forma de continuar una conversación sobre viajes o cultura, así que puede ayudarte a extender la conversación antes de que te quedes sin nada qué decir. Aquí tienes algunos ejemplos para que sepas por dónde puedes llevar la conversación. Superhéroes El tema superhéroes, cómics o adaptación de películas puede ser un gran tema de conversación si ves que la otra persona es seguidora del Universo Marvel o tiene gustos similares. Felicidad La felicidad es un tema tan interesante que da para horas y horas de conversación. Nombra a 3 famosos que te gustan o te caen bien.
Amistades Hay preguntas efectivas e interesantes que puedes hacerle a alguien que acabas de conocer. No se trata de un interrogatorio. Es una forma de conocer a través de ciertos detalles, los motivos y aspectos relevantes de la vida de otra persona y sus aficiones y preferencias. Así que a través de la conversación puedes formularle alguna de estas 50 preguntas para hacerle a una chica que acabas de conocer. Te puede interesar: 50 preguntas para conversar interesantes y divertidas 1.
Nuestro instinto nos lleva a revisar experiencias propias similares a las que cuenta nuestro interlocutor. Y entonces esperamos que acabe de contarlo -sin escuchar demasiado- para poder contar lo nuestro. Esa es la base de todo lo que viene a continuación. No quieras parecer interesante. No funciona. Una tiempo le oí decir a alguien que no hay nada menos sexi que alguien intentando ser sexi. Lo mismo se puede aplicar para parecer ameno. No lo hagas. Haz preguntas sin miedo pero con cuidado.
Lo recuerdo bien. Las vivía como poco muy incómodo. Una sala enorme con mesas altas con comida mientras grupos de tres o cuatro personas que ya se conocían charlaban en corrillo. Tener 22 años y estar rodeado de hombres desconocidos vestidos con golilla y expresión seria puede ser intimidante. Por fortuna he aprendido mucho. Todo era un juego y si poco te ponía nervioso solías interpretarlo como emoción, no como miedo. Probablemente no te costaba nada acercarte a la casa del nuevo vecino a reconocer si podías entrar a conocer a su hijo.
Share this: 1. Busca la oportunidad adecuada Observa la situación en la que se encuentra la otra persona y aprovecha el momento en el que estés preparado para iniciar una encuentro. Acércate con educación y, cuando veas su disposición a hablar, empieza a ganarte su confianza. No te quedes nunca callado Tienes que tener varios temas de los que tirar para evitar que la conversación sea monótona y demasiado estereotipada. La cultura general o las aficiones pueden ser un punto de unión que facilite el curso de esta conversación. Valora siempre lo que tiene que decir. No llenes toda la conversación con tu propia voz y muestra empatía por lo que otros comparten contigo. Recuerda siempre que esta conversación no es un monólogo.