
Follodramas El final de una relación siempre tiende a ser un momento complicado. Pero aquí sinceridad ante todo, ya no quieres estar conmigo y punto y se acabo. Pero hay ocasiones en las que las rupturas toman, digamos, un camino especial. Casos en los que lo de romper es completamente inesperado para uno de los miembros de la pareja pero, casualidades de esta vida, las malas lenguas entran en el juego. Y esto exactamente me ocurrió a mí. Llevaba tres largos años saliendo con Fernando. Pero estas cosas pasan, y en pleno viaje de fin de carrera no liamos a lo loco después de cuatro Daiquiris. Y todo iba muy bien.
Que es muy abundante y tan extremo como nos venden algunas películas y obras de ficción. La realidad es que la mayoría de relaciones son dos señores en su casa a las cuatro de la tarde que se besan, se comen las pollas y a veces se penetran. En 'Gay Sex' explica que a partir del siglo XVIII el sexo entre hombres pasó paulatinamente de considerarse un pecado a una enfermedad mental. Del pecado queda la sensación de delito, por ejemplo, cuanto te infectas de alguna Infección de Transmisión Sexual ITS. A la que sales del característico modelo de sexo en pareja, casi haciendo el misionero, hay gente que lo vive con mucha culpa. Aun te encuentras con muchos hombres a los que les resulta muy difícil y se sienten avergonzados si les gusta que les penetren o actuar sexo oral. En cuanto a la enfermedad, observo con frecuencia a muchos hombres con nosofobia. Hay gente que tiene la sexualidad muy destrozada por culpa de esa idea que acompaña de que el sexo homosexual en sí mismo va a traer malas consecuencias.